martes, 9 de junio de 2009

Las Siete Reglas del Gallo

No digas nunca que no sirves, para Dios todos sirven (aunque no todos para lo mismo). Si Dios pudo usar un simple gallo para recuperar un misionero como Pedro, también puede usarte a ti.

Sigue sencillamente las 7 reglas del gallo:

1- El gallo se levanta temprano e inmediatamente emprende su tarea (que Dios le ha confiado).

2- El gallo no se niega a cantar porque existan ruiseñores. Hace lo que puede, lo mejor que sabe.

3- El gallo sigue cantando aunque nadie lo anime ni se lo agradezca. En realidad, no espera que nadie lo haga.

4- El gallo despierta a los que duermen. Su tarea es impopular, pero necesaria.

5- El gallo proclama buenas noticias: Acaba de amanecer. Ante ti tienes por estrenar un nuevo día, lleno de magníficas oportunidades.

6- El gallo es fiel cumplidor de su tarea. Se puede contar con él. No falla nunca. Es un excelente centinela.

7- El gallo nunca se queja de tener que hacer siempre lo mismo, de que nadie le felicite o de que a nadie le importe.

Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres. Colosenses 3:23

sábado, 6 de junio de 2009

DIETAS PELIGROSAS

Las dietas "rápidas", reducen el consumo de calorías y proteínas, lo que conlleva a graves riesgos a la salud y pone en peligro la vida



Todos los días, se inventan nuevas dietas, que ofrecen bajar varios kilitos en poco tiempo y mantener una figura esbelta y aunque muchas lo logran, en poco tiempo pierden su efecto, la persona aumenta más de peso y se pueden empezar a desarrollar daños severos en la salud.

Aunque el principio fundamental de cada dieta pueda ser d

istinto, todas tienen una misma característica, son hipocalóricas, es decir tienden a reducir el consumo de calorías (energía) suministradas por los alimentos y el cuerpo al no disponer de la suficiente energía utilizará las reservas de grasa y proteínas musculares, por lo que efectivamente harán que se pierda masa muscular y con ello peso y talla.

En la mayoría de estas “dietas milagrosas” se favorece el co

nsumo de un tipo de alimentos y se reduce el consumo de otros, que son igual de importantes para el organismo. Por ejemplo, las dietas hiperproteicas, reducen el consumo de carnes, las cetogénicas, reducen las grasas y las vegetarianas reducen los almidones, los vegetales y las frutas y aún cuando algunas de estas dietas son indicadas por profesionales de la salud, en la mayoría de los casos son promovidas por revistas, reportajes, chismes o charlatanes, que obviamente no toman en cuenta las características, antecedentes y condiciones de salud de cada persona. Ya que una dieta igual que un medicamento debe ser prescrita de forma individual para prevenir y evitar efectos secundarios que pueden llegar a ser muy graves.

Por tanto es importante comprender que por un lado, bajar de

peso rápidamente representa un enorme riesgo debido a que el cuerpo pierde componentes vitales para realizar todas sus funciones adecuadamente y por el otro que todos los productos dietéticos contienen sustancias que pueden tener efectos secundarios o “rebotes”, que a su vez pueden desencadenar graves enfermedades o reacciones o simplemente no sirven para nada y su costo es excesivo.


El cuerpo humano solamente adquiere los nutrimentos que necesita para realizar todas sus funciones de los alimentos que consume, y cada alimento, contiene más de un nutrimento pero no de todos, por lo que una dieta variada es fundamental aunque contenga aquellos alimentos que sabemos pueden ocasionar aumento de peso en caso de exagerar su consumo.

Unos nutrimentos, las proteínas, sirven para crecer y producir células para reponer tejidos dañados o desgastados. Otros del grupo de los carbohidratos y grasas, sirven para tener energía y permitir que cada órgano trabaje adecuadamente, otros como las vitaminas, nos ayudan a prevenir enfermedades y conservar la salud y los minerales forman parte de los diferentes tejidos del cuerpo y ayudan a que se realicen un sin fin de actividades metabólicas.

Pero también es importante saber que cada grupo de edad tiene sus requerimientos fundamentales, durante la infancia y la adolescencia, que se está en pleno crecimiento y desarrollo físico y mental, se deben consumir de todo tipo de alimentos, en cantidad y calidad suficiente, a menos que el médico determine alguna dieta especial por algún motivo de salud, como puede ser la diabetes juvenil o la obesidad infantil.

Por este motivo, el cuerpo no puede prescindir de ningún nutrimento y de ningún alimento, solamente en caso de haber alguna reacción alérgica o por rechazo, como suele suceder por ejemplo con los lácteos o en caso de que el médico sugiera no consumir algún alimento, por ejemplo cuando contiene mucho colesterol y la persona es hipertensa, se deben buscar los alimentos que reemplazan el nutrimento y añadirlos a la dieta diaria.

Para poder orientar mejor a las personas sobre el consumo de alimentos, se dividieron en tres grupos:
- El de los alimentos que proporcionan energía, integrado por cereales, tubérculos, azúcares y grasas.
- El de los que contienen proteínas, que son las leguminosas y alimentos de origen animal.
- El de los que aportan vitaminas y minerales, que lo constituye principalmente el grupo de frutas y verduras.

El problema de la mala alimentación, ya sea por deficiencia o por exceso radica, en la inadecuada combinación que se hace de los alimentos, en la cantidad que se consume de cada uno, en el número de veces que se consumen durante el día y en la omisión de alimentos tan importantes como los que contienen fibra.

Las dietas ricas en grasas y carbohidratos son las que principalmente ocasionan sobre peso, la carne roja, las pastas, panes y pasteles, los dulces y chocolates (además pueden generar diabetes), los refrescos de cola o la cerveza y si además no hacemos ejercicio, seguro serán factores que ayudarán a aumentar de peso.

Las dietas, que solamente incorporan uno o pocos alimentos, como las del agua, la luna, alcachofa, el helado o la sopa de cebolla, bajan de peso momentáneamente pero no queman grasa. Las personas que las utilizan pueden terminar en desnutrición y algunas hasta con osteoporosis o envejecimiento prematuro.

Las dietas disociadas que evitan el consumo de carbohidratos y proteínas no tienen ningún argumento científico, las que ofrecen estudiar la sensibilidad hacia los alimentos son mentira.