miércoles, 28 de enero de 2009

Las Profesias de los papas

San Malaquías y sus profecías




"Malaquías" significa "ángel del Señor"
Fiesta: 3 de noviembre

Nació en Armagh, Irlanda, en 1094 en la familia O'Morgair, según San Bernardo de la nobleza. Fue bautizado con el nombre de Maelmhaedhoc (latinizado como Malaquías). Fue educado por Imhar O'Hagan y después por el Abbad Armagh. Fue ordenado sacerdote por St. Cellach (Celsus) en 1119.

Después de su ordenación continuó sus estudios de liturgia y teología en Lismore, San Malchus. En 1123 fue elegido abad de Bangor y un año mas tarde fue consagrado obispo de Connor. En 1132, fue elevado a la primacía de Armagh. San Bernardo nos dice que San Malaquías poseía un gran celo por la religión.

Al morir San Celsus, San Malaquías fue nombrado Arzobispo de Armagh en 1132, aunque por su gran humildad le costó aceptarlo. Las intrigas no le permitieron asumir su cargo por dos años. En tres años restauró la disciplina eclesiástica en Armagh.

En 1139 viajó a Roma y en el camino visitó a San Bernardo en Clairvaux. En Roma fue nombrado legado de Irlanda. Regresando vía Clairvaux obtuvo cinco monjes para fundar en Irlanda y fue así que surgió la gran abadía de Mellifont en 1142.

En un segundo viaje a Roma, San Malaquías enfermó llegando a Clairvaux y murió en los brazos de San Bernardo el 2 de noviembre.

Se le atribuyen muchos milagros pero por lo que más se le recuerda es por su don de profecía. Entre estas la mas famosa es la referente a los papas (ver abajo). Sin embargo no hay certeza de que esta sea auténtica.

Fue canonizado por el Papa Clemente III, el 6 Julio de 1199. Su fiesta se celebra el 3 de noviembre.



Se le llama popularmente "profecía" a la predicción de eventos futuros que no pueden ser conocidos por medios naturales. Pero la palabra Hebrea hozeh (profecía) abarca mucho más. Se trata de una “visión” o “revelación interpretada.” El profeta es enviado por Dios a proclamar al pueblo la verdad que conduce a la conversión y a la obediencia. Los profetas algunas veces también predicen eventos futuros, pero estas predicciones no son lo central, sino que sirven como confirmaciones divinas de la autenticidad de un mensaje divino.


Profecías de San Malaquías.

Sobre su propia muerte

Según nos relata San Bernardo, San Malaquías anunció el día exacto de sus muerte (2 de noviembre) estando con el en la abadía de Clairvaux.

Sobre Irlanda

Anuncia que Irlanda, su patria, será oprimida y perseguida por Inglaterra, trayéndole calamidades por 7 siglos, pero que preservaría la fidelidad a Dios y a Su Iglesia en medio de todas sus pruebas. Al final de ese período sería liberada y sus opresores serían entonces castigados. Irlanda católica será instrumental en el regreso de Inglaterra a la fe. Se dice que esta profecía fue copiada por Dom Mabillon de un antiguo manuscrito de Clairvaux y transmitida por el al mártir sucesor de Oliver Plunkett.

Sobre los Papas

La mas famosa de las profecías atribuidas a San Malaquías es sobre los Papas. Está compuesta de "lemas" para cada uno de 112 Papas, desde Celestino II, elegido en 1130, hasta el fin del mundo.

Estos "lemas" descriptivos de los Papas pueden referirse a un símbolo de su país de origen, a su nombre, su escudo de armas, a su talento o cualquier otra cosa referente al Papa. Por ejemplo, el lema de Urbano VIII es Lilium et Rosa; El era de Florencia, Italia, en cuyo escudo aparece la fleur-de-lis.

¿Son Auténticas?
Se ha debatido mucho si San Malaquías es el verdadero autor. En contra se argumenta que el manuscrito original no se ha encontrado. Estuvieron perdidas hasta el siglo XVI en que se publicaron con el libro "Lignum Vitae" del historiador benedictino Arnold Wion. Si San Malaquías es el autor, las profecías estuvieron desaparecidas por 400 años. También es extraño el silencio sobre estas profecías por parte de San Bernardo amigo de San Malaquías quién escribió su biografía y nos relata sobre otros escritos del santo. Muchas hipótesis han querido explicar las profecías y su origen.

En el siglo XVII, el Padre Menestrier, jesuita, presentó la hipótesis de que la profecía son un plagio para influenciar las elecciones de Gregorio XIV en el cónclave del 1590. El lema que le corresponde a este Papa en la profecía es "antiquitate urbis", que hace alusión a su ciudad natal y sede episcopal, Orvieto (Latín: Urbs vetus). Pero el Padre Menestrier no ofrece pruebas para sus acusaciones.

Por otra parte, uno de los mas respetados historiadores del mismo siglo XVI, Onofrio Panvinio, corregidor y revisor de la Biblioteca Vaticana en 1556, parece aceptar completamente la autenticidad de la profecía de Malaquías.

Según la hipótesis del Abad Cucherat (1871), San Malaquías escribió la profecía en Roma, entre los años 1139 y 1140 cuando visitaba al Papa Inocencio II para reportarle los asuntos de su diócesis. Entonces entregó su manuscrito al Papa para consolarlo en sus tribulaciones. El Papa guardó el manuscrito en los archivos romanos donde quedó olvidado hasta su descubrimiento en el 1590 (Cucherat, "Proph. de la succession des papes", ch. xv).

Los últimos Papas.

  • #101: "Crux de Cruce" (Cruz de Cruz). Pío IX (1846-1878)
  • #102: "Lumen in caelo" (Luz en el cielo). León XIII (1878-1903).
  • #103: "Ignis ardens" (Fuego Ardiente). Pío X (1903-1914).
  • #104: "Religio Depopulata" (Religión devastada). Benedicto XV (1914-1922).
  • # 105: Fides intrepida” (La Fe Intrépida). Pío XI (1922 –1939).
  • # 106: “Pastor angelicus” (Pastor angélico). Pío XII (1939-1958). Reconocido como un gran intelectual y defensor de la paz

  • # 107: “Pastor y nauta” (Pastor y navegante). Juan XXIII (1958-1963)

    • Juan XXIII fue Cardenal de Venecia, ciudad de navegantes. Condujo la Iglesia al Con. Vat II.

  • # 108: “Flos florum” (Flor de las flores). Pablo VI (1963-1978).

    • Su escudo contiene la flor de lis (la flor de las flores).

  • # 109: “De medietate Lunae” (De la Media Luna). Juan Pablo I (1978-1978).

    • Su nombre era “Albino Luciani” (luz blanca). Nació en la diócesis de Belluno (del latín bella luna). Fue elegido el 26 de agosto del 1978. La noche del 25 al 26 la luna estaba en “media luna”. Murió tras un eclipse de la luna. También su nacimiento, su ordenación sacerdotal y episcopal ocurrieron en noches de media luna.

  • # 110: “De labore solis” (De la fatiga o trabajo del sol). Juan Pablo II (1978-2005). Ha sido capaz de un trabajo extraordinario y extenso. Los días de su nacimiento y muerte hubo eclipses solares.

  • # 111: “Gloria Olivae” (La gloria del olivo). Benedicto XVI (2005). Toma su nombre por San Benito y Benedicto XV. Los Benedictinos tuvieron una rama llamada los "olivetans". Benedicto XV se destacó por sus esfuerzos por la paz durante la Primera Guerra Mundial.

Queda uno solo en la lista:

  • # 112: “Petrus Romanus” (Pedro Romano). Quién será el último Papa ya que en su reinado ocurrirá el fin:

"En la persecución final de la Santa Iglesia Romana reinará Petrus Romanus (Pedro el Romano), quien alimentará a su grey en medio de muchas tribulaciones. Después de esto la ciudad de las siete colinas será destruida y el temido juez juzgará a su pueblo. El Fin."

Algunas observaciones:

  1. Algunos observan que, aunque la profecía dice que Petrus Romanus es el último Papa, no especifica si hay o no Papas entre el y su predecesor (Gloria olivoe). En ese caso San Malaquías habría hecho la lista de los próximos 111 Papas y entonces saltado al último. Esto es especulación.
  2. La relación entre los Papas y sus lemas, en algunos casos es sorprendente, en otros solo encaja con explicaciones bastante elaboradas. También hay lemas que son los suficiente amplios como para poder ajustarse a muchos Papas. Por ejemplo, todos los Papas del siglo XX han tenido una "fe intrépida" y han sino "Pastores angélicos".
  3. Es importante tener en cuenta que estas profecías no son parte del magisterio de la Iglesia ni son necesarias para la salvación. La validez de su contenido no está garantizada por la Iglesia.
  4. Recordemos que una profecía vale tanto y cuanto nos ayude o anime a vivir la fe ya revelada. Estas profecías podrán tener su interés pero ayudan poco para lograr esa meta. Por algo la Iglesia oficialmente les ha dado tan poca importancia.

Tomado de : www.corazones.org

lunes, 26 de enero de 2009

Muñecos Elfos, Trolls, Adas y Duendes
Una Moda de Demonios
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Elfos: más que una moda

Fuente: Noticieros Televisa


Elfos: son algo que más que los muñecos de moda, la gente les atribuye poderes mágicos y surgen de la necesidad de creer en algo o alguien


CIUDAD DE MÉXICO, - Dicen que son más que un muñeco de moda, se llaman elfos.

Los elfos son parte de una leyenda mitológica del Norte de Europa. Estos muñecos son fabricados en España, cada uno tiene un nombre y origen distinto, así como dones únicos.

Stephanía Santiago encontró uno en Coyoacán: “me le quedé viendo a los ojos y entre los ojos se le veía una mujer...empecé a leer la historia de este elfo y dice que sus padres no querían que anduviera con nadie, lo aventaron al río y por eso él está buscando el amor eterno”.

Estos muñecos están rodeados de misterio, “(están) sentaditos en una vitrina o sillón y lo más raro es que sus zapatitos se desgastan cuando ellos ni siquiera caminan”, relata Stephanía, quien al igual que otros adolescentes ha adquirido uno de éstos singulares muñecos.

Diana Cifuentes, distribuidora de Elfos en México, comenta en entrevista: "Sí tienen buenas vibras, tenemos el del amor, del dinero, el que protege a los niños, la que nos guía por el buen camino, la que nos hace tener voluntad para enfrentar problemas, da felicidad y alegría...están creados a base de magia, debemos quererlos mucho y surge por la necesidad de la gente de creer en algo o alguien por quien vivir".



Dependiendo de la voluntad de la gente que los adquiere, son “minigenios” buenos o duendes con poderes que andan por los bosques. Los Elfos se fabrican en medidas de 28, 38, 41 y 71 centímetros.

Les atribuyen cualidades mágicas, aunque la vida de estos muñecos depende de lo que quiera creer quien lo compra.

En el mercado, estos muñecos pueden costar entre 300 y 500 pesos.




Otra Noticia:


Seres de luz y oscuridad acompañan a jóvenes tapatíos para darles fortuna, a un módico precio
El Occidental

Guadalajara, Jalisco.- En mercados, tiendas o en la calle se pueden adquirir los llamados Elfos que actualmente acaparan la atención de muchos, mismos que llegan a tener un costo en el mercado que oscila desde los 160 pesos hasta los dos mil pesos. Los llamados Elfos según manifiestan sus consumidores son seres que les han traído la buenaventura, por eso su consumo ha crecido de manera insospechada; tan sólo en mercados se venden hasta un promedio de 15 diarios.

Por otra parte en investigaciones realizadas a estos personajes se tiene determinado que existen dos tipos los de la luz (buenos) y los de la oscuridad (malos), los primeros gustan de todo lo iluminado y su aspecto es bello, por lo general se aparecían bajo la forma de niños dulces y amables. Mientras que los de la oscuridad vivían bajo tierra y eran feos, de nariz larga y de un color moreno descrito como sucio. Aparecían sólo por la noche y su lenguaje era el eco de las soledades.

Actualmente, se ha desatado una venta enorme de estos muñecos en el Mercado Libertad, los que ahí los distribuyen señalaron que ya los venden activados, es decir que ya tiene todo el ritual necesario (aceites, polvos, amuletos etcétera), para que el que lo consuma tenga la plena seguridad de que su Elfo va a obedecerlo; además, que dicho muñeco tiene que ser tratado como un ser viviente, porque según los vendedores del Mercado Libertad, el mismo tiene que alimentarse para poder sobrevivir.

Noemí una vendedora del puesto Hierbería Paty explicó que existen: "Elfos para el amor, salud, dinero, protección para todo. Cuando lo tienes le pones su nombre y le das comida y algo de tomar para que esté contento, siempre te va a proteger y si lo quieres mucho él se va a mover para estar en contacto contigo. Pero ellos son buenos y siempre te protegen, incluso en un accidente él te cuida para que no te pase nada y la gente que los consume en su mayoría son jovencitos que quieren encontrar el amor, pero también han venido personas de otras edades a comprarlos, porque quieren que los cuiden. Nosotros los vendemos a 400 pesos y son grandes y en otras hierberías te los van a dar en 800 o mil pesos".

Sin embargo, ante esta gran moda que para muchos puede ser inofensiva para la Iglesia Católica es algo que consideran se ha salido de control en la sociedad, orillando principalmente a adolescentes y niños a tener una idea errónea de lo que realmente son este tipo de muñecos, el padre Jorge Andrés Uribe Prieto, vicario parroquial del templo de San Antonio de Papúa señaló en torno a esto que esta nueva moda de los Elfos son una, "tendencia que está involucrando a la juventud actual de hecho es tan sombrío el panorama que se nos presenta que por desgracia aceptamos todo lo que se nos pone en el camino. Esta moda que actualmente se está imponiendo como en su tiempo lo fueron los trolls o la ouija o todas aquellas que han causado un furor en su momento han involucrado a los jóvenes; principalmente, porque lo he visto. He visto que los traen cargando. Esto aunque se ve inofensivo los está involucrando en una especie de espiritualismo, que los lleva de manera sutil a la perversión, porque los daña espiritualmente y la Iglesia Católica no permite este tipo de modas".

No obstante el padre Andrés señaló que es una verdadera locura que aparte del consumismo de dichos muñecos, se les ciegue no sólo la fe a los consumidores, sino que también los hagan creer que el muñeco tiene que vivir como un ser humano. "No puede ser que se oriente a los jóvenes a que crean que los tienen que cargar o alimentar. He preguntado a muchos que si no se les atiende qué pasa y me han contestado que si no los Elfos les hacen daño, es absurdo que se juegue con la voluntad y fe de las personas. Este tipo de muñecos como se dice que se activan ya son fuentes de rituales y esto nos hace acercarnos al demonio; además, de que es una manera de acercar y corromper a la juventud a fuerzas malignas y no a creer en el único que puede dar todo que es Dios, es a esa dimensión a la que se debe recurrir no a falsos ídolos", subrayó.

Por último el padre Andrés explicó que simple y sencillamente los que se encuentran tras este consumo que aparte de hacerlos perder recursos económicos, los mismos se enfoquen a lo que bíblicamente se está establecido en el primer mandamiento de la ley de Dios que es: "Amarás a Dios por sobre todas las cosas, por lo mismo los jóvenes deberían de conocer a fondo este tipo de malas modas que los van hacer desvirtuar lo que es el lado verdaderamente divino y que deforma y corrompe la fe de la persona; desgraciadamente, esto es realmente la crisis de fe que se está viviendo en la actualidad", finalizó.


domingo, 18 de enero de 2009

RETIRO DE SERVIDORES SANARATE

Les dejo unos videos del retiro de servidores y talleres que tuvimos en mi pueblo Sanarate, Guatemala.







lunes, 12 de enero de 2009

Un hijo de cada color.


Un hijo de cada color.

Un matrimonio alemán que esperaba gemelos se han llevado una gran sorpresa al ver que los retoños tenían distinco color de piel, uno blanco como la nieve y el otro negrito como el carbón. La sorpresa fue mayúscula para los médicos del hospital alemán que asistían al parto. La explicación se encuentra en que la madre es de origen africana y el padre alemán, a pesar de esto es el primer caso que se da en Berlín.

El Aborto



Los católicos ante el aborto

¿Qué entiende la Iglesia por aborto?

La Iglesia Católica entiende por aborto la muerte provocada del feto, realizada por cualquier método y en cualquier momento del embarazo desde el instante mismo de la concepción. Así ha sido declarado el 23 de mayo de 1 988 por la Comisión para la Interpretación Auténtica del Código de Derecho Canónico.

La cuestión del aborto provocado, ¿es sólo un problema científico, político o social?

Ciertamente, no. Esta cuestión es, desde luego, un problema científico, político y social grave. Pero también es, y en gran medida, un serio problema moral para cualquiera, sea o no creyente.

¿Tenemos los católicos obligaciones adicionales acerca de la cuestión del aborto, respecto de los no católicos o no creyentes?

Todo hombre y toda mujer, si no quieren negar la realidad de las cosas y defienden la vida y la dignidad humanas, han de procurar por todos los medios lícitos a su alcance que las leyes no permitan la muerte violenta de seres inocentes e indefensos. Pero los cristianos, entre los que nos contamos los católicos, sabemos que la dignidad de la persona humana tiene su más profundo fundamento en el hecho de ser hijos de Dios y hermanos de Jesucristo, que quiso ser hombre por amor a todos y cada uno de nosotros.

Por eso los católicos, si vivimos nuestra fe, valoramos en toda su dimensión el drama terrible del aborto como un atentado contra esta dignidad sagrada. Más que de obligaciones adicionales, pues, habría que hablar de una más profunda y plena comprensión del valor de la persona humana, gracias a nuestra fe, como fundamento para nuestra actitud en favor de la vida, ya que sabemos que el olvido de Dios lleva con más facilidad al olvido de la dignidad humana.

Como católica, ¿en qué incurre una persona que realiza o consiente que le realicen un aborto?

Quien consiente y deliberadamente practica un aborto, acepta que se lo practiquen o presta una colaboración indispensable a su realización, incurre en una culpa moral y en una pena canónica, es decir, comete un pecado y un delito.

¿En qué consiste la culpa moral?

La culpa moral es un pecado grave contra el valor sagrado de la vida humana. El quinto Mandamiento ordena no matar. Es un pecado excepcionalmente grave, porque la víctima es inocente e indefensa y su muerte es causada precisamente por quienes tienen una especial obligación de velar por su vida.

Además, hay que tener en cuenta que al niño abortado se le priva del Sacramento del Bautismo.

¿Qué es una pena canónica?

La pena canónica es una sanción que la Iglesia impone a algunas conductas particularmente relevantes, y que está establecida en el Código de Derecho Canónico, vigente para todos los católicos.

¿En qué pena canónica incurre quien procura un aborto?

El que procura un aborto, si sabe que la Iglesia lo castiga de este modo riguroso, queda excomulgado. El Canon 1398 dice: "Quien procura un aborto, si éste se produce, incurre en excomunión Latae sententiae"

Por otra parte, el Canon 1041 establece que el que procura un aborto, si éste se consuma, así como los que hayan cooperado positivamente, incurre en irregularidad, que es el impedimento perpetuo para recibir órdenes sagradas.

¿Qué quiere decir incurrir en excomunión?

Significa que un católico queda privado de recibir los Sacramentos mientras no le sea levantada la pena: no se puede confesar válidamente, no puede acercarse a comulgar, no se puede casar por la Iglesia, etc. El excomulgado queda también privado de desempeñar cargos en la organización de la Iglesia.

¿Qué quiere decir que una excomunión es Latae sententiae?

Con esta expresión se quiere decir que el que incurre en ella queda excomulgado automáticamente, sin necesidad de que ninguna autoridad de la Iglesia lo declare para su caso concreto de manera expresa.

¿Significa algo especial la frase "si éste -el aborto- se produce"?

Sí. Quiere decir que, para que se produzca la pena de excomunión, el aborto debe consumarse, es decir, el hijo ha de morir como consecuencia del aborto. Si, por cualquier circunstancia, el aborto no llega a consumarse, no se producirá la excomunión, aunque se dará el pecado.

En el caso del aborto, ¿quiénes incurren en la pena de excomunión?

Si se dan las condiciones que configuran la pena de excomunión, en este caso quedan excomulgados, además de la mujer que aborta voluntariamente, todos los que han prestado colaboración indispensable a que se cometa el aborto: quienes lo practican, quienes los ayudan de modo que sin esa ayuda no se hubiera producido el aborto, etc.



¿Qué razón de ser tiene que el aborto está condenado por una pena canónica tan grave como es la excomunión?

La razón de ser de esta norma es proteger -también de esta manera, no sólo con la catequesis y la recta formación de la conciencia- la vida del hijo desde el instante mismo de la concepción, porque la Iglesia se da cuenta de que la frágil vida de los hijos en el seno materno depende decisivamente de la actitud de los más cercanos, que son, además, quienes tienen más directa y especial obligación de protegerla: padres, médico, etc. Luego, cuando el niño nazca, estará ya además protegido de alguna manera por la sociedad misma.

La Iglesia ha entendido siempre que el aborto provocado es uno de los peores crímenes desde el punto de vista moral. El Concilio Vaticano II dice a este respecto: "Dios, Señor de la vida, ha confiado a los hombres la insigne misión de proteger la vida, que se ha de llevar a cabo de un modo digno del hombre. Por ello, la vida ya concebida ha de ser salvaguardada con extremados cuidados; el aborto y el infanticidio son crímenes abominables" (Const. "Gaudium et Spes").

Pero ya que en los últimos años cada vez hay más Estados que permiten el aborto, ¿no habría sido un gesto de benevolencia de la Iglesia el haber mitigado las penas para los católicos que aborten?

La Iglesia pudo haber cambiado, en la última y profunda revisión del Código de Derecho Canónico culminada en 1983, la pena de excomunión que pesa sobre los que procuran conscientemente un aborto, pero no lo hizo así precisamente porque en las últimas décadas se ha producido en todo el mundo una acusada relajación de la sensibilidad de las gentes (y también de muchos creyentes) hacia este crimen. Y si bien esta mayor laxitud social, que ejerce una presión cierta sobre las conciencias, puede disminuir la gravedad del delito en algunos casos, una atenuación de la pena habría suscitado, inevitablemente, la errónea idea de que la Iglesia considera hoy el aborto provocado como menos grave que antes, cuando, evidentemente, no es así.

La Iglesia es Madre y Maestra; como Madre, es lenta para la ira y fácil para el perdón, pero como Maestra no puede desvirtuar el depósito de la doctrina legado por Dios, y no puede decir que está bien lo que está mal, ni puede dar pie a que nadie suponga que actúa de esta manera.

¿Puede suceder que alguna persona consienta o colabore en un aborto y no incurra en excomunión?

Sí. Dado que en Derecho Canónico no existe delito si no hay pecado grave, hay circunstancias en las que no se incurre en esta pena, que requiere plena imputabilidad. Por ejemplo, no quedan excomulgados los que procuran un aborto si ignoran que se castiga con la excomunión; los que no tengan conciencia de que abortar voluntariamente es pecado mortal; los que han intervenido en un aborto forzados con violencia irresistible contra su voluntad o por miedo grave; los menores de edad...; en general, los que han obrado sin plena advertencia y pleno consentimiento.

En el caso de que un médico (o un anestesista o una enfermera), por no estar dispuesto a realizar este tipo de intervenciones, fuese despedido y padecieran necesidad él y su familia, ¿podría colaborar?

Nunca se puede colaborar de modo positivo en la comisión de un acto que va contra la ley de Dios, que hay que obedecer antes que a la ley de los hombres. El católico que se halla en esta situación tiene la obligación grave de ampararse en el derecho a la objeción de conciencia, aunque esta actitud pueda acarrearle represalias.

El profesional sanitario cristiano ha de tener presente, además, que si es conocida su condición de creyente puede provocar un grave escándalo si colabora a la práctica de abortos.

Si los familiares de ese profesional son también cristianos, tienen la responsabilidad humana y moral de ayudarle a sobrellevar las dificultades, apoyarle en sus decisiones y hacer causa común con él en esos momentos de tribulación. Y esta responsabilidad alcanza también a sus amigos y colegas, si son cristianos y quieren vivir auténticamente su fe, así como a los miembros de la comunidad católica en que el profesional sanitario se desenvuelva.

¿Y qué ha de hacer el resto de las personas que trabajan en un hospital donde se practican habitualmente abortos?

Esas personas han de poner todos los medios lícitos a su alcance para que se dejen de practicar abortos. En cualquier caso, han de negar su colaboración directa a esas acciones.

¿No es la doctrina católica sobre el aborto una dura doctrina, que muy pocos podrán seguir?

Casi con estas mismas palabras replicaron los contemporáneos de Jesús cuando oyeren su predicación. Y el mismo Jesús nos dijo que hay que seguir el sendero estrecho para llegar al Reino de los Cielos. Seguir a Cristo en Su Iglesia no es fácil, pero con la Gracia de Dios se allana el camino y se superan las dificultades, por grandes que parezcan. También nos dijo Jesús que fuéramos a Él con confianza, y Él nos aliviaría de nuestras angustias.

La doctrina católica sobre el aborto no proviene de la voluntad de la autoridad eclesiástica, sino que está fundamentada en lo más profundo de la naturaleza de las cosas queridas por Dios, que se expresa en la Ley que Él nos ha dado a conocer, y que la Iglesia tiene la misión de transmitir. Pero la Iglesia cumple también con su deber siendo el ámbito en que los cristianos pueden fortalecer mejor su fe y ser ayudados y estimulados a vivir más intensamente su vida cristiana.

¿Cómo puede levantarse una excomunión, tras haber colaborado en un aborto consumado?

Si un católico se encuentra en esta situación, debe acudir al obispo o al sacerdote en quien éste delegue. En la práctica, puede dirigirse a cualquier sacerdote, que le indicará lo que debe hacer.

¿Tienen los católicos, además de la obligación grave de no colaborar en ningún aborto provocado, otras obligaciones en esta materia?

Todos los católicos estamos llamados a una vida plena, es decir, a la santidad, y a contribuir activamente a la extensión del Reino de Dios en la tierra llevando el Evangelio hasta el último rincón del mundo. Si todo miembro responsable de una sociedad que se proclama civilizada tiene el deber de defender la vida y la dignidad humanas, por muchas más razones los católicos hemos de asumir esta tarea.

¿Cómo se puede hacer esto, en el caso del aborto?

El lograr que en una sociedad se respete el derecho a la vida es responsabilidad de todos en su actividad cotidiana, pues todos, con el ejemplo de su conducta, sus palabras, sus escritos, sus opiniones, su voto, la educación de sus hijos, etc., influyen en lo que se piensa, en cómo se vive Y en lo que se legisla.

Ciertamente, un papel importante corresponde a políticos, educadores y responsables de medios de Comunicación social, por la repercusión que sus palabras o sus acciones tienen en la colectividad; pero ellos, al tiempo que influyen sobre la sociedad, son influidos a su vez también por ella.

¿Qué puede hacer para influir en esta materia un cristiano corriente, un ciudadano normal que ni sale en la televisión, ni habla desde una cátedra o una tribuna pública?

Lo primero que cada uno puede y debe hacer para afirmar la vida es vivir con la conciencia de su dignidad. Sólo afirmaremos la vida de otros si nosotros percibimos la nuestra en toda su grandeza y si nuestra conducta es coherente con nuestra convicción. El ejemplo de Jesús, tomando en serio a cada una de las personas que se encontraba, debe servirnos para que todos los que se crucen en nuestra vida se sientan valorados y tenidos en cuenta como seres únicos. Una afirmación así de la vida personal en nuestras experiencias cotidianas hará posible que surja, naturalmente, la estima por todos y cada uno de los seres humanos, también los concebidos y no nacidos. Pero junto a esta actitud general, caben muchas maneras concretas de trabajar específicamente en favor de la vida:

  • Rogando al Señor por los legisladores y los dirigentes sociales en general, para que sepan comprender que los hijos concebidos y no nacidos son los más inocentes y los más indefensos miembros de, nuestra sociedad, y que, como ha dicho repetidamente el Papa Juan Pablo li, nunca se puede legitimar la muerte de un inocente.

  • No despreciando el valor moral del dolor y del sacrificio, cuyo rechazo lleva a justificar cualquier intento de acabar con lo que se cree que son sus causas, incluidos los ancianos o enfermos inútiles, los deficientes que son una carga o los nuevos hijos que pueden complicar la vida o disminuir el bienestar de la familia.

  • Acogiendo y ayudando, también económicamente, a quienes, por razón de su maternidad, se encuentran en situaciones difíciles.

  • Recibiendo con alegría, por duro que pueda ser, al nuevo hijo enfermo o deficiente que llegue a la familia, como una bendición de Dios. Es ejemplar el testimonio de numerosísimos padres cristianos en este sentido.

  • Reaccionando positivamente ante escritos públicos o programas audiovisuales que defiendan la vida humana, y críticamente ante los que la ataquen.

  • Orientando el voto hacia las alternativas que merezcan más confianza por sus actitudes ante la vida en general, y ante la cuestión del aborto provocado en particular.

  • Informando a quienes nos rodean, con caridad, pero con firmeza y claridad, de la realidad del hijo no nacido y de la importancia de defender su derecho a vivir.

  • Los médicos, en especial los ginecólogos, y otros profesionales sanitarios, empleando los medios técnicos que permiten que una madre vea en una ecografía, con sus propios ojos, al hijo en sus entrañas, moviéndose, nadando, chupándose el dedo. Se ha dicho que si el vientre de las madres fuera transparente, muchos verían la cuestión del aborto provocado de otra manera.

Son sólo algunos ejemplos que puedan dar idea del enorme campo que un cristiano tiene ante sí en relación con este gravísimo problema.

¿Es razonable pensar que un día la vida y la dignidad humanas se respetarán desde la concepción hasta la muerte?

No es posible contestar rotundamente a esta cuestión, pero hacia este objetivo deben encaminarse los esfuerzos de todos los que aspiran a un mundo justo. Las agresiones a la vida humana, especialmente de los inocentes, han tenido siempre en la historia consecuencias dramáticas. Los cristianos sabemos que cuando las personas y las colectividades han reconocido a Jesucristo, este reconocimiento ha supuesto una afirmación de la vida sin parangón con cualquier otra cultura. Por eso debemos empeñarnos en la extensión de la presencia de Cristo en la sociedad, porque de este modo los hombres reconocerán su propia grandeza y podrán vivir con una nueva conciencia propia dignidad. Con el auxilio de Jesús y de su madre, que lo concibió en su seno, y con el ejemplo nuestra propia vida, será posible trabajar mejor en defensa de este ideal.

Fuente: "EL ABORTO"
100 CUESTIONES Y RESPUESTAS SOBRE LA DEFENSA DE LA VIDA HUMANA
Y LA ACTITUD DE LOS CATÓLICOS
Conferencia Episcopal Española
Comité para la Defensa de la Vida